Sur de Suecia
Ese día pretendíamos llegar a Estocolmo, aunque aún no sabíamos dónde íbamos a dormir. Pasamos por Sigtuna, un pueblo con las típicas casas de madera muy bien conservadas y que estaba lleno de turistas. Continuamos, pero la entrada a la ciudad se hacía larga y el anfitrión que nos aceptó vivía a las afueras por la otra punta. Íbamos algo justos de tiempo y por si fuera poco mi cámara trasera reventó contra un bordillo. No acabamos de entenderlo, pero en esa ciudad los bordillos eran todos tremendamente altos. Aquí, mucha gente nos ofrecía su ayuda. La verdad que Suecia es un país muy diferente a sus vecinos, nada que ver. Al final, llegamos una hora y media tarde y James, nuestro anfitrión estaba preocupado porque no le había llegado el mensaje que mandamos. Le contamos toda la historia y cenamos, que nos habían preparado de cenar. James es un hombre tailandés, que a priori nos parecía algo seco según su perfil de couchsurfing, tenía como muchas normas para su casa, pe